Con un ejemplar acatamiento realizamos nuestra jornada de protesta en todo el país. Lejos de sorprendernos la participación masiva de todos y todas, confirma la certeza de nuestro reclamo, la confianza en la conducción del conflicto, las ganas y la necesidad imperiosa de recomponer el salario.
Paros, movilizaciones y asambleas, acciones colectivas propias de los que sostenemos la firme convicción de que la verdadera superación pasa por las acciones colectivas y no por la meritocracia egoísta e insolidaria. Mas allá de las distintas situaciones particulares de cada compañero y compañera, supimos ponernos de acuerdo y aparecer como un único frente ante la voracidad de las compañías. La bronca y la impotencia se transformaron en acción y las múltiples manifestaciones dieron cuenta de esto.
Esta realidad nos coloca en un compromiso mayor que el que ya venimos sosteniendo a lo largo de nuestras últimas discusiones paritarias. Más de 5.000 trabajadores participaron en la jornada a nivel nacional, y así se refleja en la copiosa cobertura mediática que tuvimos, a pesar de que la mayoría de los medios masivos no son favorables a los intereses del movimiento obrero organizado, ni mucho menos.
Así, con la vara alta, continuaremos la discusión del trimestre julio-agosto-septiembre, entendiendo que ese 34 por ciento para el trimestre y a escala nos dará un respiro, aunque de ninguna manera es una solución definitiva al problema salarial.
En un escenario inflacionario de estas características la discusión es permanente y discurrirá por los caminos del diálogo y del conflicto, dependiendo de la predisposición de las compañías a acordar recomposiciones que permitan a sus trabajadores obtener salarios acordes a la realidad que vivimos.
ORGULLOSOS DE PODER CUMPLIR EL PAPEL QUE NOS ASIGNAN, LOS INSTAMOS A MANTENERSE ATENTOS A LAS RESOLUCIONES DE LOS CUERPOS ORGÁNICOS DE CADA ORGANIZACIÓN.
