Uno de los episodios de lucha por nuestros derechos que los trabajadores no debemos olvidar.
La semana del 7 a 14 de enero de 1919 se recuerda como un hito de la historia sindical argentina, también como un prolegómeno de lo que iba a suceder durante más de sesenta años: la represión indiscriminada y criminalización de los trabajadores cuando reclaman sus derechos.
Siempre somos los insolentes, los que cuando reclamamos mejoras generamos “costos” insaciables. En realidad no queremos mucho: trabajo, acceso a casa propia, salud, educación, el famoso día de tercios (Ocho Horas de Trabajo, Ocho de Descanso y Ocho de Ocio), vacaciones, jubilación, trabajar en un lugar digno, licencia por enfermedad y por accidentes de trabajo. En resumen, una vida digna.
Pero, como siempre, la clase dominante argentina se indigna ante nuestros reclamos: son “privilegios”. Para ellos no existe el plusvalor obrero y, en general, solo somos los corruptores del sistema idílico de castas en donde nos toca ser los de “abajo” sin ninguna posibilidad de ascenso social.
No debemos olvidar a esos 700 muertos, ni a los 4000 heridos, ni a la fábrica de Vasena, hoy predio perdido en la plaza Martin Fierro del barrio de San Cristóbal, porque mucho de lo que hoy gozamos como derechos se los debemos a ellos que pelearon cuando eran «privilegios», y que, a pesar de la derrota circunstancial y los muertos, los reclamos debieron reconocerlos como derechos.
Y esos derechos se defienden día a día, con el ejercicio y con el cuerpo, nunca debemos olvidar que ellos los consideran “privilegios”, “costos” y siempre están agazapados para apropiárselos
Los invito a leer un breve resumen de este hito de la historia de lucha por nuestros derechos: http://www.cepetel.org.ar/el-centenario-de-la-semana-tragica-pigna/